domingo, 12 de febrero de 2017

HUMORISMO, SÁTIRA E IRONÍA


Humorismo: Su finalidad es desconcertar, para ello juega con la norma social, con los valores, podríamos decir que busca la incongruencia de aquello establecido y precisa de libertad para ser expresado, ya que encierra una crítica y no solo persigue  la risa o el divertimiento, sino que el humor promueve el pensamiento obligando a nuestra mente a entender las realidades desde otras perspectivas.

Dentro de este grupo resulta interesante destacar la “crítica humorística”, cuando el humorista comprometido con alguna causa social, consigue a través del humor mostrar por ejemplo una injusticia.

 

Sátira: Intenta ridiculizar a una persona, idea o situación, más que una finalidad de pura hilaridad o diversión, la sátira persigue la crítica a través del chiste, la caricatura, lo grotesco, lo absurdo e incluso a través del humor negro. Este tipo de humor llega a cuestionar aquello serio o incluso doloroso. Abre una puerta a ver las situaciones más arduas desde otras perspectivas. El ejemplo perfecto en literatura seria “El Quijote de la Mancha” (1605)  y en filmografía el “El gran dictador” de Charles Chaplin (1940) donde parodia al entonces líder nazi Adolf Hitler.

Actualmente podemos encontrar varios medios de comunicación que utilizan este tipo de humor, por ejemplo el programa televisivo “Polònia” o  la revista “El Jueves”, y aunque se presuma de vivir en un país democrático donde prevalece la libertad de expresión, las publicaciones de la revista han sido en varias ocasiones denunciadas. Este hecho nos lleva a reflexionar sobre la estrecha línea en la que se mueve  el humor, la dualidad que presenta entre la libertad de expresión y la ofensa.

 

“Existe un periodismo paniaguado, afecto de poder, y otro crítico que intenta explicar lo que está pasando. El humor, en este sentido, es una herramienta crítica estupenda, muy efectiva”.

Miguel Angel Sanchez Romero  director del “Intermedio”

 

Ironía: Este tipo de humor puede tener una intención agresiva; el sarcasmo, con el cual hay que tener cuidado ya que puede dañar a quien va dirigida la burla o ironía. Bergson en su tratado  “La Risa”, entiende a quien aplica la ironía como inconformista con la realidad y afirma que si “se acentúa la ironía dejándose elevar cada vez más alto por la idea del bien que debería ser, es por lo que la ironía puede recalentarse interiormente hasta volverse, en cierto sentido, elocuencia bajo presión” (2007:97).

Según la Real Academia Española la ironía es la “Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice”, por tanto en su definición no presenta ningún carácter negativo, pero requiere de tacto a la hora de llevarlo a cabo.

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